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Somos

La Comunidad de Hermanas MHPVM
Las Misioneras Hijas de la Purísima Virgen María somos una Congregación Mexicana fundada en 1903, en el seno de la Iglesia Católica, en la ciudad de Aguascalientes, Ags, México. Somos herederas de un carisma, regalo de Dios, que centra toda nuestra vida en el anhelo de “Amar y consolar al Sagrado Corazón de Jesús”, viviendo al impulso del Espíritu Santo e imitando a la Virgen, la Inmaculada María. Todas cuantas pertenecemos a esta familia, siguiendo a Cristo, nos dedicamos a ayudar a las personas en su crecimiento humano y espiritual. La Comunidad de Hermanas MHPVM agradecidas, trabajamos para hacer presente el amor de Dios en la comunidad educativa, especialmente entre los niños y los jóvenes. Les brindamos una educación de calidad y con valores evangélicos para ayudarles a ser buenos cristianos católicos, y buenos ciudadanos.

Misión

Formar personas integras, con liderazgo, conciencia social y valores que trascienden mediante una educación humanista cristiana de calidad, impulsadas a consolar y amar el corazón de Cristo, dando respuesta a los retos actuales para lograr la transformación positiva de su entorno

Visión

Somos una comunidad educativa comprometida con la evangelización y humanización de personas con excelencia académica, capacez de establecer relaciones interpersonales sanas, con capacidades de liderazgo y proyección social. En el 2030 creceremos en alumnado y nos consolidaremos como una opción formativa de trascendencia en San José del Cabo, BCS

Carisma Educativo

Ser presencia cercana, amable, compasiva, y alegre para cada persona. Esta presencia, actitud y trato que ofrecemos, son gestos concretos con los que amamos y consolidamos a nuestros hermanos

Planeta Rojo
Circulo Rojo

Valores

Amor

Amor

Libertad

Libertad

Verdad

Verdad

Justicia

Justicia

Orden

Orden

Alegría

Alegría

Trabajo

Trabajo

Historia

Nuestra Vocación es Amar y Consolar

En la ciudad de Aguascalientes bajo el amparo y la mirada de Nuestra Señora de la Asunción fue fundada la Congregación De Hijas De La Pureza De María Inmaculada, el 12 de septiembre de 1903, por las Madres Julia Navarrete y Guerrero y Virginia Rincón Gallardo, bajo la inspiración y dirección del Reverendo Padre Alberto Cusco Mir de la Compañía De Jesús.

Llegaron a Aguascalientes con las Madres Julia y Virginia, 12 hermanas más, todas ellas jóvenes entusiastas y fervorosas en el seguimiento de Jesús, que las invitaba a arriesgar su vida y correr la aventura en la Construcción del Reino. Estas hermanas fueron:

H. MARÍA ÁLVAREZ NIETO.
H. PIEDAD VELÁZQUEZ.
H. CARMEN MONTERRUBIO POZA.
H. CONSUELO OCAMPO SOLOGUREN.
H. DOLORES MONTERRUBIO POZA.
H. ANA MARÍA OLAVARRIETA CARAZA.
H. TERESA RAMOS ARANDA.
H. ROSA BRIOSO VASCONCELOS
H. LUISA CAZORLA MORALES.
H. JERÓNIMA RAMOS ARANDA.
H. MARGARITA TORRES.
H. RAFAELA RODRÍGUEZ.

El Señor Obispo aceptando la fundación les pido abrieran un colegio, para contrarrestar la enseñanza protestante que se estaba dando en su diócesis. Es así como se funda el primer colegio para niñas en enero de 1904, llevando el nombre de “La Inmaculada, hoy Instituto la Paz”

El 12 de marzo de 1904, muere la H. Virginia Rincón Gallardo, cofundadora su incondicional apoyo, su brazo derecho, su secretaria; quedando la Hna. Julia completamente sola para fundar y formar la congregación cuando contaba con 22 años de edad. Podemos suponer lo que esto significo para la Madre Julia, que se aferró a Dios sabiendo que contaba con su Gracia, continuando así la obra que el Padre Mir le había confiado.

En 1908, a petición del señor Obispo la Madre Julia abre sus brazos y su corazón para acoger, proteger y cuidar a un grupo de huerfanitas del orfanatorio Casimira Arteaga; que hoy atiende aproximadamente a 60 niñas adolescentes y jovencitas.

Durante los años en q la Madre Julia fue superiora general o vicaria general, realizo 32 fundaciones las cuales en su mayoría subsisten.

Siempre que la madre Julia fundaba una obra elegía los lugares más apartados y aquellos que tenían mayor necesidad y pobreza; y cuando la fundación se hacía en alguna ciudad abría otro colegio para niñas de escasos recursos. Ella acompañaba a las hermanas a esas fundaciones como lo hizo aquí en San José Del Cabo hace 70 años, llevando a Cristo, consolando y sirviendo a las personas.

En los colegios las alumnas recibían conocimiento, buenos modales, enseñaban manualidades, daban clases de piano, aprendían a practicar los valores que Jesús nos enseñó: el amor, el servicio y el perdón.

La Venerable Madre Julia fue mujer de oración, educadora admirable, catequista incansable, gran directora espiritual, mostro siempre un tierno interés por los niños, adolescentes y jóvenes, por las madres de familia, por los obreros; esmerándose en formarlos, educarlos y llevarlos a Dios.

La obra de la Madre Julia, no se ha terminado, porque es obra de Dios, ella creyó con firmeza, animo a muchos a trabajar por un mundo en el que hubiera plenitud, menos sufrimiento y muerte. Nos enseñó a amar a Jesucristo, a la Virgen María y a ser fieles para dejarnos guiar por el espíritu santo.

La Venerable Madre Julia el 21 de noviembre de 1974 viviendo en Toluca, Estado de México recibe la llamada definitiva de su Señor con quien compartió el Cáliz del Dolor, a la edad de 93 años y 76 años de vida religiosa. Actualmente la congregación cuenta con 35 comunidades, distribuidas en 4 países: México, Estados Unidos, Perú Y África.

Las tareas apostólicas están dirigidas especialmente, a la educación de la niñez, adolescentes y jóvenes; se privilegia la atención a los hermanos indígenas, a la niñez desprotegida y a nuestros hermanos mexicanos y latinos que han emigrado a los Estados Unidos De Norteamérica.

En estos 110 años dios ha bendecido a la iglesia con mujeres consagradas que colaboran en la construcción de su Reino, consolando los dolores internos del Corazón de Cristo.

Historia de Juan Ugarte

El misionero e incansable caminante.

1662 – 1730

El padre Juan de Ugarte Vargas, nacido en 1662 en Tegucigalpa, Honduras, ingresó a la orden Jesuita en México en 1679.

Su clara inteligencia lo llevó pronto a impartir la cátedra de filosofía en el Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, conoció entonces a Kino y Salvatierra, a quienes se unió en el proyecto misionero de California recaudando donativos para su realización.

Viajó a Loreto, Baja California Sur, en marzo de 1701 para realizar su faena de enseñar, evangelizar y salvaguardar a los nativos de las injusticias y explotación de la corona.

La Misión de San Javier estaba abandonada, debido a una sublevación de los grupos indígenas. Ugarte, traía la encomienda de reabrirla. Emprendió así la lucha tenaz frente a un ambiente hostil, tanto por la aridez del medio, como por la negativa de los indígenas a ser sometidos y evangelizados.

Propuso él mismo con la ayuda de los nativos (no todos), a trabajar en la recolección de frutos silvestres, el cultivo de frutales entre otros cultivos, así como la cría de animales para poder enviar alimentos a las misiones y de esta manera, sostener la tarea evangelizadora en las Californias.

Se requirió de mucha paciencia de los misioneros para conseguir que los indígenas viviesen permanentemente en la misión y aprendieran las artes y oficios necesarios para sobrevivir.

Otra de sus grandes aventuras fue la exploración por tierra de la costa del Pacífico y a partir de ese momento planeó para explorar el golfo, después de un arduo año de labores concluyó la balandra (embarcación) que bautizó con el nombre de “El triunfo de la Cruz”. Este zarpó de Loreto para fundar la misión de la Paz.

Fallece el misionero a la edad de 68 años, con “llagas en los pies y piernas, y una tos asmática”, rodeado de niños de la Misión de San Francisco Javier, que fuera su hogar durante los 30 años de trabajo en estas tierras insólitas, como misionero, explorador, botánico, agricultor, marinero, pescador, ganadero, arriero, vaquero, carpintero, albañil, constructor, artesano y como un gran educador.

En su nombre, Madre Julia Navarrete, dedica este colegio a tan noble misionero.

Libro Rojo